El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que la relación del gobierno con los medios de comunicación “vive un nuevo tiempo”, signado por el respeto y la garantía de las libertades.

En la conferencia de prensa matutina, donde este miércoles se revivió el caso Cassez-Vallarta, un montaje televisivo ocurrido en 2006, sobre la captura de una banda de secuestradores, el mandatario nacional afirmó que durante el periodo neoliberal se hizo uso de los montajes para manipular al pueblo.

“Durante el periodo neoliberal, y desde luego, de tiempo atrás se presentaba la asociación estrecha y hasta delictuosa que existía entre el poder y los medios de comunicación. Se dejaba en estado de indefensión al pueblo, se podía manipular con absoluta libertad”.

Pero en su gobierno “ya se está viviendo un nuevo tiempo, ya son distintas las relaciones que se dan con los medios, de mucho respeto, se garantizan las libertades, no hay censura, no hay represión a los medios, no se persigue a opositores”.

Destacó que la vinculación estrecha del poder político y los medios de comunicación es perversa y recordó que el señor García Luna, quien fue responsable del montaje del caso Cassez-Vallarta, después llegó a ser Secretario de Seguridad Pública y ahora está acusado y encarcelado en Estados Unidos por vínculos con la delincuencia organizada.

La prensa se regula con la prensa

Asimismo, aseguró que la vinculación estrecha y perversa entre el poder político y  los medios de comunicación, se terminó.

“Nosotros nunca jamás vamos a llevar a cabo estas prácticas y estoy seguro que también los medios están llevando a cabo un proceso de reforma, de cambio”.

De ahí que llamó a ejercer un periodismo ético y libre.

“Que prevalezca la ética y el respeto a los ciudadanos, que se garantice una información libre de manipulación”.

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M21