Por Gerardo Fernández Casanova / [email protected] 

El lunes 21 de marzo, conforme a lo prometido, se inauguró el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), reemplazante del cancelado proyecto del Nueva Aeropuerto de la Cd. de México (NAIM). 

Sí se pudo, además en mucho menos tiempo y costo. El NAIM estaría terminado más allá de 2025, con costos superiores a $300 mil millones y a costa de cerrar el actual aeropuerto Benito Juárez.

El AIFA costó $75 mil millones más $100 mil millones por la cancelación de contratos; se hizo en 2 años y medio, además de mantener en operación el actual aeropuerto. Visto el asunto con criterio del viejo régimen no es creíble, tiene que haber alguna trampa o mentira y, seguramente, será un rotundo fracaso. 

Pero si se analiza con la frescura del nuevo régimen, no es más que una muestra fehaciente de la capacidad  de asumir compromisos y cumplirlos con honestidad, o sea: capacidad ejecutiva. 

Contra viento y marea, pero con el respaldo popular, la obra fue ejecutada por los ingenieros militares y catalogada como de seguridad nacional, de manera de eliminar los airados ataques que provocó a cargo de la oposición golpista.

Francamente la considero una hazaña memorable. Enhorabuena, México.

Se viene una venturosa temporada de cosechas en materia de obra pública y, por consiguiente, un ominoso recrudecimiento del coraje anti mexicano. 

Parece que a la oposición le pesa un serio complejo de inferioridad, siendo generosos con ellos; sólo los rubios y barbados son capaces de construir y producir en este país. 

Cansados de la ineficacia de su campaña en contra de todo, ahora acuden al extranjero a pedir auxilio mediante la internacional del conservadurismo. 

Los eurodiputados de derecha logran sorprender al pleno del Parlamento Europeo para emitir un resolutivo de “preocupación” por el grave deterioro de los derechos humanos en México, particularmente por asesinatos de periodistas y activistas sociales.

Sin mayor preámbulo o investigación, pero cargada de indebida injerencia en nuestros asuntos, de colonialismo y desprecio a la dignidad del pueblo mexicano.

No pasaron 24 horas para recibir la respuesta airada del Presidente López Obrador. En la misma longitud de onda, fuera de las formas de la diplomacia, pero con toda la carga política del desaguisado y el lenguaje correspondiente.

No hay hipocresía ni medias tintas, no hay dilación para hacer consultas ni notas diplomáticas; una falta de respeto como la perpetrada tenía que ser tajantemente respondida, más aún cuando resulta obvia la intencionalidad política del comunicado golpista.

Enhorabuena, México.

Lo dicho

El afán de destruir el proyecto alternativo significado en la Cuarta Transformación (4T) linda con la demencia y la obnubilación. Pretendiendo ignorar (o tal vez sobredimensionando) lo que sucede en el mundo y en Nuestra América, van a echar  toda la carne al asador para lograr sus aviesos objetivos. 

Se avecinan tiempos duros que, mientras se  mantengan en el curso pacífico, servirán para templar el carácter democrático y libertario del país.

Nos toca a todos la responsabilidad de garantizar el sentido pacífico de la lucha; de reivindicar a la política como instrumento para procesar las diferencias, diametralmente opuesta a la politiquería de las ambiciones personales, la intriga y la traición. 

Es tiempo de que el Movimiento de Regeneración Nacional supere su condición de partidos y siglas huecas, para consolidar el de movilización del pueblo organizado que lucha en la promoción y defensa de sus intereses legítimos. 

Es hora de nutrir la iniciativa histórica y creativa de las y los mexicanos. No habrá otra oportunidad.

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M21